Una de las armas más efectivas de los profesores es el premio o castigos usados en la sala de clases, el premio o castigo no están referidos a un trato físico, sino a trato más bien psicológico. Hay ocasiones en que los profesores no se dan cuenta del daño psicológico y la desmotivación que están generando en algunos alumnos con el solo hecho de felicitar o regañar algunos; un ejemplo de esto seria el hecho de que un profesor exija puntualidad o una atención determinada en su clases y como consecuencia al incumplimiento de esto será la ausencia y la mala calificación, algunos profesores están convencidos de que esta estrategia es ideal para un correcto proceso de aprendizaje, ya que cada alumno esta “obligado” a asistir y a poner mucha atención en las clases.
Esto puede afectar favorablemente a algunos alumnos, pero a otros les puede ocurrir lo contrario y la ida a clase puede convertirse en un martirio y la motivación que quizás existió en comienzo se esfumo y fue intercambiada por sentimientos de sumisión y obediencia y un cero interés por la asignatura. A veces la desmotivación de los alumnos no es provocada por lo contenidos de la asignatura (currículo explicito), sino por el tipo y forma de enseñanza de algunos profesores (Currículo implícito).
Como consecuencia de esto, lo mas seguro es que el aprendizaje que se produzca sea el A. mecánico, influido por la desmotivación que el alumno tiene sobre la asignatura.
El significado de desmotivación según el diccionario de la lengua española seria “perdida de la motivación o el interés sobre alguna cosa” obtenida en http://www.wordreference.com/definicion/desmotivación
Nosotros como profesores debemos saber equilibrar las cosas, ya sea la rigidez como la libertad en nuestra asignatura, considerando en ocasiones las inquietudes de los alumnos y sus proposiciones frente a la enseñanza que están recibiendo.